Composición química de los aceites esenciales

Cada aceite esencial está compuesto de varios tipos de componentes químicos, que conforman un conjunto único y diferenciado con beneficios curativos concretos. Como los aceites esenciales están formados de tantísimos ingredientes, no puede afirmarse que el componente de mayor volumen pueda ser el responsable de algunas de las características terapéuticas de un aceite. Sin embargo, para la práctica de la aromaterapia, nos resultará muy útil conocer la composición química de los aceites esenciales y las propiedades terapéuticas atribuidas a cada componente. (En un post anterior, y en esta misma dirección, ya divulgamos algunos estudios científicos que prueban las propiedades terapéuticas de algunos aceites esenciales).

Hablemos hoy de la base científica de la aromaterapia. Hablemos de química.

Principales componentes fitoquímicos de los aceites esenciales

Cada aceite esencial presenta docenas (si no cientos) de elementos fitoquímicos naturales. He aquí algunos de los grupos de elementos más presentes:

Monoterpenos: Incluyen compuestos como el limoneno, pineno y mirceno. Se encuentran en aceites esenciales de cítricos, pino y cannabis.
Sesquiterpenos: Compuestos como el beta-cariofileno y el germacreno. Presentes en aceites esenciales de jengibre, vetiver y manzanilla.
Fenoles: Ejemplos son el eugenol y el carvacrol, con propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Se encuentran en clavo, orégano y tomillo.
Alcoholes: Incluyen el linalol y el geraniol, con propiedades relajantes y antimicrobianas. Presentes en lavanda, rosa y geranio.
Esteres: Compuestos como el acetato de linalilo y el acetato de bornilo, que contribuyen a aromas frutales y florales. Se encuentran en lavanda y manzanilla.
Aldehídos: Ejemplos son el citral y el citronelal, que aportan aromas cítricos. Presentes en limón, citronela y lemongrass.
Cetonas: Incluyen la mentona y la carvona, con propiedades calmantes. Se encuentran en menta y en aceites esenciales de anís.
Óxidos: Compuestos como el 1,8-cineol, que tienen propiedades expectorantes. Se encuentran en eucalipto y árbol del té.
Cumarinas: son compuestos químicos con propiedades aromáticas y a menudo aportan fragancias dulces a ciertos vegetales, frutas y flores. Además, algunas cumarinas tienen propiedades anticoagulantes.
Lactonas: Son moléculas con forma de anillo cerrado que se crean cuando un grupo ácido y un grupo alcohólico se unen en la misma molécula, a menudo contribuyendo a aromas y sabores en la naturaleza.

Propiedades terapéuticas de cada grupo de sustancias

La composición química de los aceites esenciales nos da muchas pistas a la hora de tratar un estado o dolencia en concreto. De hecho, cada tipo de compuesto aporta características únicas a los aceites esenciales, contribuyendo a sus propiedades aromáticas y, en algunos casos, a sus posibles beneficios para la salud. Aquí hay un resumen general de las propiedades que aportan estos compuestos:

Sesquiterpenos: Con frecuencia tienen propiedades antiinflamatorias y pueden contribuir a aromas terrosos y amaderados.
Sesquiterpenoles: Sus propiedades afectan tanto al cuerpo como al estado de ánimo: antiinfecciosos, antinflamatorios, tónicos vasculares, tónicos del sistema inmunitario, estimulantes y equilibrantes.
Monoterpenoles: Conocidos por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. Tienen aromas frescos y florales.
Aldehídos: Aportan aromas cítricos y pueden tener propiedades antimicrobianas y estimulantes.
Cetonas: A menudo tienen propiedades calmantes y sedantes. Contribuyen a aromas afrutados y florales.
Cumarinas: Aportan fragancias dulces y pueden tener propiedades anticoagulantes.
Fenoles: Tienen propiedades antimicrobianas y antioxidantes. Contribuyen a aromas intensos y picantes.
Éteres: Conocidos por sus propiedades sedantes y anestésicas locales. Contribuyen a aromas suaves y dulces.
Lactonas: A menudo tienen propiedades calmantes y aportan aromas agradables y suaves.
Monoterpenos: Contribuyen a aromas cítricos y a pino. Algunos tienen propiedades antimicrobianas y energizantes.
Óxidos: Pueden tener propiedades expectorantes y antivirales. Contribuyen a aromas frescos y penetrantes.

La combinación y proporción de estos compuestos en un aceite esencial determinará su aroma característico y sus posibles beneficios terapéuticos.

Los aceites esenciales más comunes y sus elementos químicos

Aquí hay una breve enumeración de algunos componentes fitoquímicos comunes los aceites esenciales más populares. (Estos son solo algunos de los muchos compuestos presentes en cada aceite esencial, y sus proporciones exactas pueden variar según la planta y su origen.)

Canela: Cinnamaldehído, eugenol.
Menta: Mentol, mentona.
Eucalipto: 1,8-cineol.
Limón: Limoneno, γ-terpineno.
Mandarina: Limoneno, γ-terpineno.
Geranio: Citronelol, geraniol.
Romero: 1,8-cineol, α-pineno.
Naranja: Limoneno, β-mirceno.
Árbol del té: Terpinen-4-ol, cineol.
Lemongrass: Citral (mezcla de neral y geranial).
Incienso: Incensol, α-pineno.
Ylang-Ylang: Germacreno D, linalol.
Lavanda: Linalol, acetato de linalilo.
Cedro: α-cedreno, β-cedreno.
Ciprés: α-pineno, δ-3-careno.
Rosa: Citronelol, geraniol.
Bergamota: Limoneno, linalol.

Para facilitar la comprensión de las propiedades curativas específicas de cada aceite, os enumeramos -a continuación- el grupo químico al que pertenece cada componente antes indicado: