Scent scaping, o diseño aromático, es el uso intencional de aromas específicos para crear una atmósfera particular en un espacio. Se trata de seleccionar fragancias que generen emociones, sensaciones o recuerdos para mejorar la experiencia de las personas en ese lugar.
Scent scaping sería, por ejemplo, difundir en el aire de una tienda un aroma cálido como la vainilla para que los clientes se sientan cómodos y compren más; o perfumar un spa con un aroma como el eucalipto, para que contribuya a la calma y la relajación de los usuarios: o rocíar con un ambientador de lavanda la antesala de un dentista, a fin de conseguir que los pacientes sientan menor ansiedad cuando llegue su turno.
Qué objetivos tiene el scent scaping
En el scent-scaping usamos los aromas de manera intencionada y estratégica, para conseguir nuestros fines. Entre ellos podemos enumerar:
1. Crear ambientes únicos y memorables
Los aromas tienen un fuerte vínculo con la memoria y las emociones. Un lugar que huele bien es más fácil de recordar y asocia sensaciones positivas con la experiencia.
2. Mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés
Aromas específicos, como la lavanda o el eucalipto, pueden relajar, mientras que los cítricos o la menta pueden energizar.
3. Aumentar la productividad y concentración
En oficinas o espacios de trabajo, fragancias como el romero o el limón pueden ayudar a los empleados a mantenerse enfocados y alertas.
4. Atraer y retener clientes
En tiendas, restaurantes u hoteles, un buen aroma puede hacer que los clientes se sientan cómodos, prolonguen su estancia y gasten más.
5. Fortalecer la identidad de marca
Algunas marcas usan aromas exclusivos para ser reconocidas solo por el olfato, creando un “sello aromático” distintivo que refuerza su imagen.
6. Mejorar la percepción del entorno
Un olor agradable puede influir en cómo las personas perciben un espacio, haciéndolo parecer más limpio, acogedor o sofisticado.
7. Generar emociones específicas
Los aromas pueden provocar sensaciones precisas: felicidad, nostalgia, calma, energía, entre otras, según el objetivo del diseño.
4 maneras de aplicar el scent-scaping en tu casa
Aplicar el scent scaping en tu casa es una forma sencilla y efectiva de transformar el ambiente y hacer que cada espacio se convierta en un lugar más acogedor, funcional y único. Aquí tienes 4 consejos para conseguirlo:
1. Conecta los aromas con la función del espacio
Cada habitación tiene un propósito, y el aroma debe potenciarlo:
- Sala de estar: Fragancias acogedoras como vainilla, madera de cedro o bergamota, que inviten a la conversación y al relax.
- Dormitorio: Aromas calmantes como lavanda, sándalo o manzanilla para promover el sueño y la relajación.
- Cocina: Fragancias frescas y naturales como albahaca, limón o hierba de limón, que neutralicen olores y mantengan una sensación de limpieza.
- Baño: Olores frescos y revitalizantes como eucalipto, menta o agua de rosas para una sensación de frescura y bienestar.
- Espacios de trabajo: Aromas estimulantes como romero, menta o cítricos para aumentar la concentración y productividad.
2. Elige el método de difusión adecuado
Para mantener un aroma constante y equilibrado:
- Brumizadores para una fragancia suave y continua.
- Velas aromáticas para un toque cálido y decorativo.
- Inciensos para momentos específicos de relajación o meditación.
- Sprays neutralizadores de olor para una aplicación rápida en textiles como cortinas o sofás.
- Plantas aromáticas (menta, lavanda) o aceites esenciales para un aroma natural y ecológico.
3. Aromas según la hora del día
Cambia las fragancias dependiendo del momento:
- Mañanas: Aromas energizantes como naranja, limón o bergamota para empezar el día con vitalidad.
- Tardes: Fragancias ligeras y equilibradas como té verde o flores frescas.
- Noches: Aromas relajantes como manzanilla o lavanda para favorecer el descanso.
4. Aromas que se adapten a las estaciones
Renueva el ambiente con fragancias que reflejen la época del año:
- Primavera: Florales como el jazmín, las peonías o las rosas.
- Verano: Frescos y tropicales como el coco, los olores cítricos o las fragancias marinas.
- Otoño: Cálidos y especiados como la canela, el clavo, la manzana o la calabaza.
- Invierno: Acogedores como el aroma de madera de pino o de cedro, de vainilla o de galletas recién horneadas…
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