El masaje es placer y terapia, todo en uno. Recurre a ellos cuando quieras reducir la tensión muscular y el agarrotamiento, pero también, simplemente, para conseguir unos momentos de relajación o conciliar el sueño. He aquí algunos de los mejores aceites esenciales para masajes.
Aromaterapia y masaje
Como sabéis, la aromaterapia es una valiosa herramienta para para aliviar el estrés y potenciar la salud y el bienestar. Y utilizar los aceites esenciales para masajes es una manera eficaz de aplicar los principios de la aromaterapia. Y es que, combinando el efecto sanador del masaje con los aromas de los aceites esenciales, la experiencia terapéutica se hace más profunda, única y reparadora.
El masaje es una maravillosa forma de aplicar los aceites esenciales, pero es la única: existen otros muchos métodos, como la inhalación directa, la difusión o el baño terapéutico.
Aceites esenciales para masajes relajantes
Te detallamos a continuación una una lista de aceites esenciales comunes, fáciles de encontrar y estupendos para iniciarse en el masaje con aromaterapia.
Aceite esencial de naranja dulce
Es el aroma del optimismo. Este aceite, más allá de crear buen ambiente a su alrededor, es capaz de reducir el dolor y luchar contra las bacterias de la piel.
Aceite de bergamota
El aroma afrutado y cítrico de este aceite fomenta la relajación, combate los niveles de ansiedad y potencia el estado de ánimo.
Aceite de lavanda
Es el aceite con mayores propiedades calmantes. Un masaje al atardecer prepara el cuerpo para conciliar el sueño.
Aceite de incienso
Ofrece grandes beneficios para los receptores del masaje. Es un gran estimulante del estado de ánimo y tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar los dolores articulares y musculares.
Aceite de eucalipto
Muy usado en masajes, gracias a su capacidad para aliviar problemas musculares, de artritis y reuma. Su potente aroma, lleno de frescura, relaja la piel del rostro y el cuerpo.
Aceite de menta piperita
Este aceite esencial –con gran contenido en mentol- proporciona una agradable sensación de frescor al receptor del masaje, a la vez que le estimula los sentidos.
Aceite de romero
Este aceite activa la función cerebral y ejerce una influencia positiva sobre el estado de ánimo, pero también es capaz de desinflamar las articulaciones y potenciar el crecimiento del cabello.
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Aceite base para masajes
Los aceites base son elementos fundamentales para el masaje con aromaterapia, ya que no solamente es el medio por el que el aceite esencial o la mezcla de aceites entra en contacto con la piel, sino que al mismo tiempo la nutre y la protege. Estos aceites (también llamados, aceites portadores) se pueden adquirir en tiendas de productos dietéticos.
Existen una gran variedad. A continuación, os seleccionamos, de entre todos, tres aceites base clásicos:
- Almendra dulce: Un buen aceite base de tono amarillo pálido con grandes cualidades: ideal para la piel y el cabello.
- Jojoba: De color dorado, tiene un tacto muy especial, como de cera líquida. Potencia la suavidad e hidratación de todo tipo de piel.
- Vid: De color verde claro, perfecto para piel ya hidratadas. Apenas deja rastro, por sus componentes poco oleosos.
Efectos terapéuticos de los aceites esenciales para masajes
Los aceites esenciales realzan increíblemente los efectos del masaje y son la llave de una experiencia sensorial más completa. Pero también tiene probados beneficios terapéuticos, entre los que destacamos:
- Estimulan la circulación sanguínea: Aceites como el romero o la menta contienen ingredientes que estimulan la circulación local. Al aplicarse, tienen un efecto calórico inmediato, que el receptor recibe en forma de ola de calor. Esta sensación de calor contribuye y acelera poderosamente al alivio del desentumecimiento muscular.
- Alivian el dolor más eficazmente: Los aceites esenciales con cualidades relajantes, como la lavanda, el vetiver, o la mejorana, relajan y alivian el dolor. Si los combinados con golpes firmes pero calmantes (como la técnica del effleurage o el amasado) el efecto aún es más eficaz.
- Generan efectos psicológicos positivos: Como hemos visto ampliamente en artículos anteriores, algunos aceites esenciales, como la naranja dulce, el incienso o la mandarina, inspiran la mente y despiertan sentimientos positivos, de optimismo y despreocupación, que se trasladan tanto al masajeado como al masajista.
Técnicas de masaje
Effleurage
Significa roce. Es el movimiento más sencillo y se realiza con toda la palma de la mano. Sirve para calentar la piel, lo que alivia los dolores y molestias.
Movimiento circular
Es otro tipo de Effleurage, en el que el movimiento traza un círculo cerrado sobre la piel. Puede hacerse con una o dos manos. Aplicado sobre el abdomen, resulta especialmente eficaz para aplacar el dolor menstrual o la indigestión.
Masaje de nudillos
Es un movimiento más estimulante, que se lleva a cabo con el puño ligeramente cerrado, haciendo presión con los nudillos. Debe ser un movimiento más fuerte que los anteriores, pero sin ser doloroso.
Amasado
Es un movimiento muy similar al de amasar pan. Requiere cierta coordinación y es importante comenzar lentamente. Es un movimiento muy eficaz, ya que estira y encoge las fibras musculares.
Estiramiento
Otra variedad de effleurage muy relajante. Favorece la buena circulación y puede aplicarse sobre la espalda y las piernas.
Aceites para cada tipo de piel
Antes de aplicar un masaje, debemos tener claro que cada tipo de piel es distinta, y que vamos a necesitar un aceite esencial para cada situación. También el aceite portador, el que se usa para diluir el aceite esencial, debe adaptarse al tipo de piel de cada persona.
Definamos primero el tipo de piel a tratar en función del siguiente cuadro de síntomas:
- Piel envejecida: pieles maduras, castigadas o con arrugas
- Piel seca: si tu piel está escamosa y necesita un suplemento de hidratación.
- Piel sensible: piel delicada, con inclinación a sufrir dermatitis; pieles atópicas.
- Piel grasa: piel que produce exceso de lípidos; con tendencia a estar aceitosa.
Una vez tengamos claro qué tipo de piel vamos a masajear, deberemos escoger un aceite portador y un aceite esencial que sea compatible con las características de esta tipología de piel.
3 tipos de masajes con aceites esenciales
1. Masaje relajante en cuello y hombros
Las propiedades relajantes y reconfortantes de esta mezcla de aceites esenciales, con hierba de limón, lavanda, cedro y geranio, harán del masaje una experiencia
- 4 gotas de mezcla de aceites sinérgica Zen
- 10 ml de aceite de jojoba.
Cómo dar un masaje en cuello y hombros
- Effleurage: Ponte una cucharadita de la mezcla en las manos y frota la piel desde el borde del hombro hasta la parte superior del cuello, por la zona de detrás, próxima a la nuca. Una vez aquí, desciende otra vez hasta el borde de los hombros.
- Masaje con nudillos: Se pasean los nudillos por la parte superior de los hombros. Se sube y se baja por la parte superior del cuello. Y se baja por la parte superior del pecho.
- Amasado con una sola mano: Con una mano a cada lado del cuello, se pellizcan los músculos de la parte superior de los hombros, primero de forma suave y lenta y luego con mayor presión.
- Presión circular con las yemas: Sitúa las yemas del dedo índice y corazón en ambos lados de la base del cuello, a cada lado de las vértebras. Hacer pequeños círculos en progresión ascendente, hasta la raíz del cabello.
2. Masaje en el rostro
Los masajes en el rostro resultan muy relajantes, a la vez que terapéuticos. Los movimientos de un masaje facial (o craneal) deben ser lentos, delicados y pausados. A continuación, te indicamos una mezcla de aceites esenciales para masajes que funciona bien para aplicar sobre la cara.
Cómo dar un masaje en el rostro
Mezcla los siguientes ingredientes:
- 2 gotas de aceite de pachulí y 2 gotas de menta.
- 2 cucharaditas o 10ml de aceite portador (por ejemplo, de aceite de jojoba).
A continuación, procede a realizar los siguientes movimientos sobre la piel, en el orden que indicamos:
- Effleurage con la yema de los dedos: Con las dos manos en el centro de la raíz del cabello, se describen pequeños círculos; se cruza la frente, se desciende por las mejillas, se pasa por encima de los labios y alrededor de la barbilla. Entonces se deslizan las manos de las mejillas hasta llegar a la frente. Se repite el proceso varias veces.
- Suave presión con las yemas: Las manos vuelven a situarse en el centro de la raíz y se describen líneas verticales a través de la frente hasta las cejas; entonces, se rodea con cuidado la estructura ósea que enmarca los ojos. Debe evitarse la zona de los ojos. Se deslizan los dedos por la nariz y se repite toda la secuencia dos veces.
- Amasado suave con las puntas de los dedos: Se colocan las manos bajo cada una de las orejas. Con el pulgar y el resto de los dedos, se pellizca todo el borde de la mandíbula, hasta llegar al centro de la mandíbula, donde se encuentran las manos. Entonces, se repite el movimiento en dirección contraria. La secuencia se repite dos veces.
- Tecleo suave con las yemas de los dedos: Con las yemas de los dedos de las dos manos se dan suaves toques por todo el rostro: el receptor debe sentirlo como gotas de agua.
- Movimientos amplios con las dos manos: Con ambas manos, se aplican suaves movimientos en dirección ascendente, una mano tras otra; primero sobre la barbilla, después sobre las mejillas, junto a las sienes y por la frente. Se repite la misma secuencia dos veces, cada vez más lentamente.
- Cubrir los ojos: Para terminar, se colocan las manos sobre los ojos del receptor, en forma de cuenco, sin llegar a tocarlos. Este sentirá el calor que desprenden las manos. Este ejercicio resulta relajante y alivia los ojos.
3. Masaje en la espalda
La espalda es la mejor superficie sobre la que aprender a dar masajes. Y, además, es uno de los tratamientos más gratificantes, tanto para el masajista como para el receptor.
Cómo dar un masaje en la espalda
En 20ml (4 cucharaditas) de aceite base –por ejemplo, aceite de jojoba, vid o almendra dulce- mezclar:
- 4 gotas de lavanda
- 4 gotas de mandarina
- 2 gotas de gotas de sándalo
- Effleurage: Se aplica una cucharadita de mezcla sobre las manos, se frotan suavemente y se colocan paralelas entre sí en la base de la espalda, una a cada lado de la columna vertebral. Se presiona en dirección ascendente. Se recorren los hombros y se desciende por los costados hasta llegar a la posición de inicio.
- Estiramiento: Se sitúan ambas manos en la base de la columna vertebral, con los dedos extendidos y las muñecas juntas. Las manos se deslizan hacia los costados, ejerciendo una presión constante. Vuelven a situarse en el centro, y se repite el movimiento tres veces, tres veces en la parte media y tres sobre los hombros.
- Movimiento alterno: Se coloca la mano derecha sobre sobre el hombro derecho del receptor y la izquierda justo sobre la cadera. Se presionan de arriba abajo los costados, moviendo las manos en sentido contrario.
- Para terminar, se repite el effleurage, pero esta vez ejerciendo más presión. Se sube por la espalda, se pasa sobre los hombros y se vuelve a la posición inicial. El masajista debe sentir la piel más caliente bajo las manos.
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